RELACIONES ECOLÓGICAS
Una relación ecológica es el vínculo que un
elemento de determinado ecosistema establece con otro del mismo ecosistema. Estos
elementos pueden ser animales, plantas, clima, suelo, etc. y cuando alguno de
ellos realiza alguna acción o cambio, siempre resulta en una reacción de otro
de sus elementos.
RELACIONES INTRAESPECÍFICAS: A
nivel unicelular, tanto en organismos animales como vegetales, las relaciones
entre los distintos individuos presentes en un medio determinado vienen
condicionadas principalmente por factores de tipo físico y químico.
Al ser su hábitat generalmente el agua, donde suelen formar parte del
plancton, la rápida multiplicación de estos organismos puede provocar a veces
en ambientes reducidos una cantidad excesiva de residuos metabólicos o un
agotamiento total del oxígeno disuelto que provoque su muerte.
La relación entre cada organismo unicelular viene mediada por el medio
común que comparten, al que vierten sus metabolitos y del que reciben los de
otros organismos.
En el caso de los organismos de mayor entidad biológica, de formas
pluricelulares, cualquier relación entre individuos de una misma especie lleva
siempre un componente de cooperación y otro de competencia, con predominio de
una u otra en casos extremos.
Así en una colonia de pólipos la cooperación es total, mientras que
animales de costumbres solitarias, como la mayoría de las musarañas, apenas
permiten la presencia de congéneres en su territorio fuera de la época
reproductora.
La colonia es un tipo de relación que implica estrecha colaboración
funcional e incluso cesión de la propia individualidad.
Los corales de un arrecife se especializan en diversas funciones: hay
individuos provistos de órganos urticantes que defienden la colonia, mientras
que otros se encargan de obtener el alimento y otros de la reproducción. Este
tipo de asociación es muy frecuente también en las plantas, sobre todo las
inferiores.
En los vegetales superiores, debido a la incapacidad de desplazamiento,
surgen formaciones en las que el conjunto crea unas condiciones adecuadas para
cada individuo, por lo que se da una cooperación ecológica, al tiempo que se
produce competencia por el espacio, impidiendo los ejemplares de mayor tamaño
crecer a los plantones de sus propias semillas.
En el reino animal nos encontramos con sociedades, como las de hormigas
o abejas, con una estricta división del trabajo. En todos estos casos, el
agrupamiento sigue una tendencia instintiva automática.
A medida que se asciende en la escala zoológica encontramos que, además
de ese componente mecánico de agrupamiento, surgen relaciones en las que el
comportamiento o la etología de la especie desempeñan un papel creciente. Los
bancos de peces son un primer ejemplo.
En las grandes colonias de muchas aves (flamencos, gaviotas, pingüinos,
etc.), las relaciones entre individuos están ritualizadas para impedir una competencia
perjudicial.
Algo similar sucede en los rebaños de mamíferos. Entre muchos carnívoros
y, en grado máximo entre los primates, aparecen los grupos familiares que
regulan las relaciones intraespecíficas y en este caso factores como el
aprendizaje de las crías, el reconocimiento de los propios individuos y otros
aspectos de los que estudia la etología pasan a ocupar un primer plano.
RELACIONES
INTERESPECÍFICAS: Todos los elementos de un ecosistema se
relacionan entre sí.
Las relaciones interespecífica son aquellas
que se producen cuando una especie influye de determinada manera en la vida de
otra. Las consecuencias son fluctuaciones en ambas poblaciones y adaptación
mutua.
Aunque es difícil clasificar la gran cantidad
de relaciones que se producen en la Naturaleza, se distinguen cuatro tipos
básicos: competencia, mutualismo, depredación y parasitismo. Una manera
sencilla de expresar las consecuencias que estas relaciones tienen sobre los
individuos implicados consiste en utilizar los signos + (más), – (menos) y 0
(cero); de forma:
Que + significa beneficio para una especie.
Que – perjuicio.
Que 0 indiferencia.
Actualmente, la introducción de especies
alóctonas en nuestros ecosistemas está provocando la extinción de otras especies
autóctonas, pues las primeras establecen una fuerte competencia por las fuentes
de alimentos para las que las autóctonas no están preparadas.
Las relaciones interespecífica son:
- Relaciones de competencia (-,-)
- Relaciones de beneficio
· Mutualismo (+,+)
· Simbiosis (+,+)
· Comensalismo (+,0)
· Inquilinismo (+,0)
- Relaciones de depredación (+,-)
· Depredadores verdaderos
· Ramoneadores
· Parasitismo
Licenciado Wilson Rodríguez Cediel
Área de Ciencias Naturales y Educacion Ambiental